¿Cómo puedes “nacer de nuevo” si ya estás viviendo? ¿No se nace sólo una vez?
Nacer de nuevo no significa un renacimiento físico; es algo espiritual. Se refiere a un cambio en el corazón; pasar de la indiferencia u hostilidad hacia Dios al amor y devoción por Él, y el deseo de vivir según su buena voluntad.
Nada podrá satisfacernos por completo a menos que tengamos a Jesús en nuestras vidas y la eterna esperanza de estar con Él para siempre en el cielo.
Pero, ¿cómo sucede?
Primero, tenemos que entender nuestra condición actual como humanos. Hay un problema que todos enfrentamos y Jesús dijo que comienza en nuestros corazones. El problema es algo que se conoce como pecado: fallar al blanco o no hacer lo correcto.
Nosotros, a sabiendas o no, nos esforzamos por solucionar este problema por nuestra propia cuenta; de alguna manera tratamos de compensar o borrar esas faltas de nuestras mentes, pero sabemos que todavía falta algo en nuestro interior. Nada podrá satisfacernos por completo a menos que tengamos a Jesús en nuestras vidas y la eterna esperanza de estar con Él para siempre en el cielo.
Hay una historia en la Biblia acerca de un hombre llamado Nicodemo. Era un líder religioso y un hombre bueno, y una noche mientras hablaba con Jesús, Nicodemo le preguntó qué tenía que hacer para ir al cielo. Jesús le dijo a Nicodemo: “Debes nacer de nuevo” (Juan 3:7). De hecho, Jesús dijo: “Quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3).
Jesús le estaba diciendo a Nicodemo que no importaba lo bueno que fuera externamente, era necesario cambiar por dentro. Eso sólo puede suceder a través de un acto sobrenatural de Dios cuando su Espíritu Santo nos convence de maldad y nos da nueva vida.
Entonces, ¿qué necesitamos hacer?
Primero, debemos admitir nuestro pecado; que no podemos, por nuestra propia cuenta, vivir de acuerdo al estándar perfecto de Dios. Entonces debemos pedir perdón y arrepentirnos, lo cual significa poner todo nuestro empeño para alejarnos del pecado. Finalmente, le pedimos a Jesús que tome el control de nuestras vidas.
Es entonces es cuando el Espíritu de Dios penetra nuestros corazones para guiarnos y ayudarnos a ser más como Él. Ahí es cuando nacemos de nuevo.
Dios mismo lo expresa de esta manera: “Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes” (Ezequiel 36:26). De ahí en adelante, Él nos da un nuevo propósito y nuevos objetivos para vivir. Dejamos de vivir para nosotros mismos y comenzamos a vivir para Él (2 Corintios 5:15).
Hoy, tú puedes tener este renacimiento espiritual
puedes nacer de nuevo